La información y formación son dos constantes en mi trabajo, no recuerdo exactamente como llegué a mi primer taller de The Work, seguramente algo despertó mi interés.
Ya cuando estaba allí, veo una publicidad: "Cuatro preguntas que cambiarán tu vida".
Una afirmación que en ese momento me pareció inverosímil .....
O sea mi primer encuentro fue desde la descalificación....
Mi incomodidad iba en aumento, la descripción del sistema era muy similar al diálogo socrático y a los Koan Zen.
Entonces ¿cuál era el gran descubrimiento?
¿Me iban a contar como novedosa, una historia que ya tiene miles de años?
Estaba esperando el momento adecuado para salir sigilosamente.
Mis prejuicios iban en aumento, porque la mayoría de libros y métodos de autoayuda que he conocido se basan en obviedades, beneficiando básicamente a su autor, con frases como "El libro que cambiará su vida"...
Los lectores, luego del momentáneo "maná" vuelven a su estado de vulnerabilidad y en muy pocas oportunidades he observado cambios permantes.
Cuando veo estos mensajes, imagino una persona en medio de una crisis, buscando fuerzas, de no se sabe dónde, para poner en práctica estas enseñanzas y luego tratando de "ser positivos", cuando están sumergidos en una neblina negra donde no pueden imaginar si el próximo paso los arrastrará al abismo.
Y lo peor, es que los consumidores de este tipo de literatura, tratando de encontrar respuesta mágicas y totalizadoras se encuentran con nuevas exigencias:
Debo ser feliz, buena, compasiva,positiva....debo ser feliz...pero ¿como?
Te dicen: Que es lo que hacer, por no te dicen COMO...!!!
Estaba a punto de dejar el taller cuando piden un voluntario para trabajar un pensamiento doloroso y les dí otra oportunidad, vamos a ver hasta dónde llegan, me dije.
Esta persona realizó un trabajo interior muy profundo, doloroso y no veía ningún tipo de contención: se la dejaba sola frente a ella misma encontrando sus propias respuestas:
Me interesó.
Luego hubo un segundo momento, llamado los volteos, en el que se produjo un cambio radical, pasó mágicamente a un estado de paz y hasta de alegría, por las vivencia que había tenido (?).
Todo en muy poco tiempo...
Me produjo una sensación todavía mas desagradable: no podía ser!
De acuerdo a mi experiencia, el poder encontrar ese estado de comprensión, de claridad interior, del fin del sufrimiento, tiene por lo menos una exigencia de tiempo lógica, para ir desmontando el conflicto y construir una actitud que nos lleve a la curación del dolor.
Imposible que ocurriera tan rápidamente.
Ya sin ninguna cortesía. y bastante enfadada, decido irme. No sería cómplice de lo que creía un timo. Pero decido rápidamente lo contrario y me ofrezco como voluntaria.
Pensé: ahora se van a enterar!!!
Es cierto que tomé una actitud de colaboración siguiendo las indicaciones del facilitador en buscar un pensamiento doloroso.
Rápidamente buceé en mis lugares mas oscuros y lo encontré.
Aquel pensamiento que había trabajado durante muchos años, que creía comprendido, superado, aparecía de vez en cuando desde el más elocuente signo de alarma: el dolor.
Luego de realizar la indagación de Byron Katie, logré sentir la misma paz que había observado en la voluntaria anterior.
Y no solo eso, en el transcurso de estos años he comprobado que cuando encontramos la verdad desnuda, la realidad se transforma en algo agradable...aunque este concepto me costó un tiempo más vivirlo. Y entiendo que es muy difícil de comprender.
He iniciado este camino desde la mas despiadada crítica: "No creas nada de lo que digo" dice Katie en su libro “Amar lo que es”. Me gustó que no fuera una actitud soberbia, que no hablara desde el supremo saber de los falsos gurús, sino desde la humildad que da un conocimiento comprobable, verificable y trasmitible...
Asistiendo a la Escuela del Trabajo que dicta Katie en USA y hablando de este concepto con ella, desde esa, su mirada única, agrego “vívelo” . Ese fue el efecto dominó, donde mis pensamientos, mis creencias de todos los “debería” (ser, tener, hacer, etc) comenzaron a desmontarse.
Nos reímos.... generalmente ocurre, cuando la verdad desnuda aparece, la mentira, que en nuestra inocencia hemos construido, ya no puede sostenerse y da lugar a la fresca sorpresa de la risa.....
La frase quedo cerrada: “No creas nada de lo que te digo, vívelo”.
Hice esta frase mía, mi mantra personal.
A ti que estas leyendo esto te la quisiera hacer llegar en toda su dimensión, pero no puedo.
Te puedo contar mi proceso, pero no lo puedes vivir, porque es mio.
El tuyo puedes empezar a vivirlo ahora mismo... Hazlo!
Porque no hay maestros, no hay mas maestro de ti que tu mismo, nadie puede saber mas de ti que tu, nadie puede mentirte mas que tu....y el motivo de tu sufrimiento solo radica en creer en tus pensamientos dolorosos....es solo eso!
Nadie sabe tus respuestas, ni siquiera tú mism@ hasta que la indagación propuesta por Byron Katie despoja el entramado de dolor y nos devuelve a nuestra auténtica realidad: la paz de nuestra verdad.
A partir de aquí todos los momentos de tu vida comienzan a sucederse con una visión mas amplia y refrescante (desde lavar una taza hasta decidir con quién compartir tu vida).
Te reconoces y reconoces a los demás desde la perspectiva de una mente mas clara, que es la que produce la paz interior.
No hay mucho mas.... Ese fue mi primer paso, sigo sin creérmelo, solo lo experimento constantemente, observo mi propio cambio y el de las personas de mi entorno. Simplemente cuando aparece el dolor , la confusión, utilizo la “varita mágica” de The Work.
Desde la comprobación constante, nuestros prejuicios se desvanecen, es entonces donde se produce el deseo de compartir con otros este conocimiento.
Desde mi trabajo profesional estoy viendo con ilusión, día a día los resultados positivos, el crecimiento en familias, empresas y desarrollo personal en diferentes agrupaciones.
También me sirvió para desarrollar desde un lugar mas claro mi trabajo en la asociación de "Mujeres para la Paz" que presido y llevarlo a prisiones, enfermos terminales, mujeres maltratadas, grupos de exclusión social, etc.
Compartiendo esta herramienta de conocimiento con mi formación en Psicología Social desde la concepción de Pichón Riviere, las corrientes orientales de meditación activa y como base el Zen, pude encontrar un camino de comprensión de la realidad que he vertido en mi libro:
"Zenda, un camino hacia ti mismo"
Me siento afortunada de ser testigo del proceso de otras personas: que vuelven a encontrarse consigo mismas, a recuperar la paz perdida, quitándose el lastre del dolor .
También que caminemos juntos hacia nuestra claridad mental, pues creo que en una mente clara puede instalarse ese concepto tan difícil y abstracto como el del bienestar interior.
Gracias por haber leído mi experiencia, y recuerda “No creas nada de lo que te digo, vívelo”....
Lidia Gamboa
Madrid, 2007
(*) El sistema de The Work de Byron Katie está especialmente recomendado por:
Eckhart Tolle (El poder del ahora), Erika Jong (Miedo a Volar), Waine Dyer (Tus zonas erróneas), entre otros.
http://www.thework.com/index.php
Zenda.Lidia Gamboa